Esteban Ruiz, Exlibris

Review of De regreso a Marx. Nuevas lecturas y vigencia en el mundo actual

El incansable trabajo de Marcello Musto, uno de los principales impulsores a nivel mundial de los estudios marxianos, ha dado otro fruto: De regreso a Marx: nuevas lecturas y vigencia en el mundo actual (2015).

El libro cuenta con una introducción del mismo Musto, que contiene una cronología muy interesante de los textos de Marx, tanto de los manuscritos como de los textos finalizados para la imprenta, luego le sigue una primera parte, donde se recopilan diversos ensayos de distintos especialistas que configuran relecturas actuales de temas como el socialismo, la alienación, el mal menor, la crisis capitalista, entre otros. Finalmente, la segunda parte contiene una serie de estudios sobre la recepción actual de Marx en diferentes ámbitos lingüísticos.

En la introducción, el profesor napolitano plantea la pregunta: ¿Por qué otra vez Marx? La respuesta es contundente: “El redescubrimiento de Marx se basa en su persistente capacidad de explicar el presente: sigue siendo un instrumento indispensable para comprenderlo y transformarlo”. Y menciona dos aspectos de la obra marxiana que, en su opinión, siguen siendo verdaderamente indispensables: en primer lugar, el Marx crítico del modo capitalista de producción, el pensador que define el capitalismo y el régimen de la propiedad privada como históricos y no como inherentes a la naturaleza humana, y que, por ello, todavía hoy ofrece propuestas para quienes buscan alternativas. En segundo lugar, el Marx teórico del socialismo, el cual defiende la posibilidad de una transformación completa de las relaciones sociales y de producción, y repudia la idea de un “socialismo de Estado” que ofrezca paliativos para los conflictos de la sociedad capitalista.

Si esto no fuera suficiente para persuadir al lector, Musto ofrece aún toda una serie de buenas razones por las cuales retornar a Marx. En primer lugar, hoy el legado teórico marxiano no se encuentra confiscado por los marxismos dominantes del siglo XIX y XX, que tendieron a simplificar y falsificar las ideas de Marx. Ya no hay cadenas que restrinjan la interpretación de su pensamiento. En segundo lugar, el legado marxiano se ve constantemente ampliado por las nuevas ediciones Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA), a punto tal de configurar un nuevo objeto de estudio. En tercer lugar, existe de hecho una generación emergente de jóvenes estudiosos y activistas políticos marxistas: la obra de Marx se está leyendo otra vez en todo el mundo. Por último, las denominadas corrientes posmodernas de pensamiento (fin de la historia, biopolítica) han demostrado su impotencia para comprender el presente y, mucho más, para transformarlo.

En la primera parte del libro, “Relecturas actuales de Marx”, se incluyen diez ensayos con enfoques y metodologías diferentes sobre temáticas variadas, los cuales constituyen la mejor demostración de que, por una parte, el renovado interés internacional en la obra marxiana no es una ilusión sino una verdad y, por otra, de la riqueza y diversidad del pensamiento marxista actual. Mencionaremos los lineamientos generales de cada ensayo.

En “No solo el capital y la clase: Marx sobre las sociedades no occidentales, el nacionalismo y la etnicidad”, Kevin B. Anderson intenta demostrar, a partir de un trabajo riguroso con las fuentes marxianas, algunas inéditas, que es posible pensar desde Marx problemas como la raza, la etnicidad y el nacionalismo, refutando la opinión de ciertos académicos progresistas y de izquierda (Edward Said, por ejemplo). En “El mito del socialismo del siglo XX y la permanente relevancia de Karl Marx”, Paresh Chattopadhyay afirma que el socialismo tal como lo concebía Marx es muy diferente, incluso lo opuesto, del que se desprende de las concepciones teóricas más habituales del socialismo, y también de la práctica real que tuvo lugar en la Unión soviética (como prototipo de todos los socialismos posteriores), concluyendo que el proyecto emancipador socialista marxiano no ha perdido nada de su esplendor y aún vale la pena luchar por él. En “¡Cambiemos al sistema, no a sus barreras!”, Michael Lebowitz sostiene que todos los intentos por regular y mitigar los problemas que el capitalismo ocasiona tanto al medioambiente como a los seres humanos tienen por base la incomprensión de la verdadera naturaleza del sistema capitalista, el cual sigue la “lógica del cáncer: la tendencia a expandirse sin límites”. Por ello, no alcanza con colocar nuevas barreras, que serán superadas por el capitalismo, sino que, para cambiar el sistema, hay que desarrollar la visión de una alternativa. Finalmente, analiza el desarrollo de la experiencia venezolana reciente. En “Marx, la teoría social y la libertad humana”, George Comninel desarrolla los avatares del pensamiento marxiano respecto de la evolución histórica del antagonismo entre aquellos que producen y aquellos que tienen el poder de apropiarse del producto del trabajo ajeno. El autor subraya la necesidad de distinguir las ideas heredadas de los historiadores liberales y Hegel, por ejemplo, y la crítica y reelaboración que de ellas realiza Marx en sus últimos escritos sobre India, China y Rusia, entre otros.

En “El ‘mal menor’ como argumento y táctica, desde Marx hasta el presente”, Victor Wallis señala que, en general, la determinación del mal menor (o la menor cantidad de daño) está presente en toda decisión que implique cálculos defensivos, y analiza su implementación en diversos contextos políticos, desde su utilización por Marx y Engels, Lenin, pasando por la elección presidencial alemana de 1932, hasta el interesante análisis del “malmenorismo” como un imperativo inducido por el sistema electoral de los EE.UU. para debilitar las opciones de izquierda. En la actualidad, según Wallis, el mal menor también se emplea como justificación del capitalismo frente al “mal mayor” del terrorismo. En “Revisitando la concepción de la alienación en Marx”, Marcello Musto, luego de brindar un panorama exhaustivo de las distintas concepciones de la alienación a lo largo del siglo XX, y subrayar la influencia que en ellas tuvieron, primero, la publicación de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 en la década de 1930, y en segundo lugar, la difusión de los Grundrisse y los manuscritos preparatorios para El capital en la de 1960, concluye que aquello que distingue la concepción marxiana de la alienación es su énfasis en lo social, el considerarla una dominación real y concreta que tiene lugar en la economía de mercado una vez consumada la transformación del objeto en sujeto, y no una problemática individual. En “Marx y las formas actuales de la alienación: las cosificaciones inocentes y las cosificaciones extrañadas”, Ricardo Antunes reflexiona acerca de algunas dimensiones de la alienación contemporánea (pasaje del fordismo a la flexibilidad liofilizada) y concluye que, debido a la complejidad que adquiere hoy en día el fenómeno de la alienación, es importante recuperar los análisis de Marx sobre el complejo social de la alienación y retomar la distinción entre cosificaciones inocentes y cosificaciones extrañadas (o alienantes) propuesta por Lukács en la Ontología.

En “Marx y el género”, Terrell Carver interpreta algunos pasajes de La ideología alemana y de El capital para concluir que Marx, en su narrativa, describe a los hombres como víctimas del sistema económico, pero también como amos de esclavos en el contexto familiar, que nunca se plantea la sexualidad masculina como un tema de discusión, que describe la sexualidad reproductiva como igualitaria en “el acto” y el cuidado infantil como trabajo de las mujeres. Finalmente, observa que desestimar la lectura de Marx por ser otro texto “masculino” y lamentar su misoginia como algo endémico equivale a entrar en un callejón sin salida. En “El redescubrimiento de Marx en la crisis capitalista”, Richard D. Wolff plantea que el estallido de la crisis económica de 2008 en EE.UU. puso de manifiesto el rotundo fracaso tanto de la escuela neoclásica como de la keynesiana para prevenir crisis económicas futuras, y que ni una ni la otra han podido siquiera morigerar “la creciente desigualdad en la riqueza y los ingresos, la especulación financiera, los auges económicos y las burbujas, hasta que estallan en crisis”. Surge, entonces, con fuerza una alternativa micropolítica de corte marxista que consistiría en colocar a los trabajadores en la posición de receptores y, por lo tanto, distribuidores de los excedentes que producen en la empresa. Estas empresas de autogestión trabajadora serían un paso importante hacia una democratización económica en EE.UU. En “El capitalismo universal”, Ellen Meiksins Wood sostiene que el momento histórico que estamos viviendo (1997), marcado por una completa universalización del sistema capitalista, cuya lógica se ha trasladado a todos los aspectos de la vida humana y de la naturaleza, es el más propicio para un regreso a las ideas marxianas, ya que el autor de El capital dedicó su vida a explicar el capitalismo en su calidad de sistema cerrado, como una totalidad sistémica que se rige por su propia lógica.

En la segunda parte, “La recepción de Marx en el mundo actual”, se incluyen 10 estudios que abordan la situación actual del redescubrimiento de Marx en las siguientes áreas lingüísticas: América hispana (Francisco T. Sobrino), Brasil (Armando Boito y Luiz Eduardo Motta), mundo anglófono (Paul Blackledge), Francia (Jean-Numa Ducange), Alemania (Jan Hoff), Italia (Gianfranco Ragona), Rusia (Vesa Oittinen), China (Xu Changfu), Corea del Sur (Seongjin Jeong) y Japón (Hiroshi Uchida). Respecto de estos estudios haremos solo algunos comentarios.

Resulta admirable el esfuerzo de Francisco T. Sobrino por condensar en pocas páginas, además de traducir y revisar todo el libro, las corrientes principales de la recepción marxiana en el mundo hispano. Cabría, tal vez, mencionar la publicación de la primera traducción argentina de la tesis doctoral de Marx (Buenos Aires: Gorla, 2013) y la publicación de una selección de sus artículos periodísticos (Barcelona: Alba editorial, 2013), también como efectos del redescubrimiento de Marx. En el estudio de Xu Changfu sobre China1 es posible observar la problemática convivencia entre el tibio surgimiento de relecturas de Marx, a cargo de profesores independientes o bien de figuras intelectuales consagradas muchas veces fuera del país, y la proliferación de materiales en sintonía con la ideología del PCC, que utiliza todavía una versión simplificada y contradictoria del marxismo como instrumentum regni. El autor es perfectamente consciente de que, por ello, su estudio no podrá ser publicado en territorio chino. En cuanto al caso francés, son llamativas las declaraciones de Jean-Numa Ducange de que, por una parte, “hay un importante hiato entre la profusión de contribuciones y referencias a Marx y la disponibilidad y calidad de sus textos”, y, por otra, “al día de hoy, no hay un equivalente francés de las Collected Works”.

De regreso a Marx: nuevas lecturas y vigencia en el mundo actual refuerza la idea de que, en la actualidad, no es posible ya leer a Marx ingenuamente, no es posible leer a Marx sin preguntarnos qué Marx estamos leyendo y qué Marx queremos leer. La respuesta a la primera pregunta nos pone en contacto con el titánico esfuerzo de investigación llevado a cabo en las ediciones Marx- Engels-Gesamtausgabe (MEGA). Caso paradigmático es el de Das Kapital: los materiales que dieron origen a la edición clásica de 3 tomos fueron recuperados por la edición MEGA en 15 tomos (23 volúmenes), cuya publicación finalizó en 2012. La inmediatez temporal con este logro intelectual nos orienta acerca de la segunda pregunta: de ningún modo leemos un filósofo olvidado, pasado de moda, sino que tenemos frente a nosotros una obra in statu nascendi, que tiene todas las marcas de lo provisorio e inacabado.

Es sabido que el principio fundamental que rige la edición MEGA es el de la totalidad: todo debe conservarse. También parece ser éste el principio que rige la labor de Marcello Musto como editor y la de los diversos ensayistas y estudiosos. Un gesto que los caracteriza es el del trabajo esforzado, minucioso con las fuentes, ya sean manuscritos, reediciones en otros idiomas, o bien, materiales ocultados, censurados, casi desconocidos. Este gesto, que aplicado sobre un legado teórico ampliado posibilita la emergencia de relecturas, rectificaciones, nuevas visiones, etcétera, es también un gesto distintivo de Marx al menos desde su tesis doctoral.

Published in:

Exlibris

Date Published

1 January, 2016

Author:

Esteban Ruiz