Si la juventud eterna de un autor consiste en la capacidad para seguir estimulando nuevas ideas, podemos decir que Marx se mantiene joven después de 200 años. Y dejó muchos de sus textos más famosos incompletos. Los volúmenes II y III de ‘El Capital’ fueron editados póstumamente por Engels, mientras que los ‘Manuscritos económicos y filosóficos de 1844’, ‘La ideología alemana’ o los ‘Elementos fundamentales para la crítica de la economía política’ –concebidos como borradores– aparecieron casi un siglo después de su publicación. Por lo tanto, la reanudada publicación de la edición histórico-crítica de sus obras completas –Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA)– es de especial valor para una evaluación general de la obra de Marx.
Desde 1998, han aparecido 26 volúmenes impresos y otros están en preparación. Contienen versiones más fieles de algunas obras, todos los borradores preparatorios de ‘El Capital’ y unos 200 cuadernos que incluyen extractos y reflexiones sobre libros que leyó a lo largo de los años. Constituyen su taller teórico crítico que indica el complejo itinerario de su pensamiento. Estos materiales nos muestran un autor muy diferente del que numerosos críticos o seguidores autodenominados presentaron durante tantos años.
Preocupación ecológica
Por ejemplo, los manuscritos del llamado Marx tardío revelan un autor que extendió su examen de las contradicciones de la sociedad capitalista más allá del conflicto entre el capital y el trabajo a otros dominios. De hecho, en el periodo menos conocido de su vida dedicó gran parte de su tiempo al estudio de las sociedades no europeas y al papel destructivo del colonialismo. Contrariamente a las interpretaciones que equiparan la concepción de Marx del socialismo con el desarrollo de las fuerzas productivas, otros cuadernos demuestran que las preocupaciones ecológicas ocuparon un lugar destacado en su trabajo.
Las obras completas permiten asegurar que, entre los grandes pensadores políticos y económicos, Marx es el que más cambió en los últimos años. Algunos manuscritos muestran su interés por cuestiones que hoy son fundamentales y que a menudo ignoran cuando hablan de él: el potencial de la tecnología, la crítica del nacionalismo, la búsqueda de formas colectivas de propiedad no relacionadas con el control estatal y la necesidad de la libertad individual. Los avances de la investigación sugieren que quedan muchas caras de Marx por explorar.
No es un clásico embalsamado
Finalmente, el cambio en el panorama político también contribuye a su renacimiento. La implosión de la URSS ayudó a liberar a Marx del papel de mascarón de proa para un aparato de Estado. Al mismo tiempo, relegar a Marx a la posición de un clásico embalsamado solo para la Academia sería un error, como lo sería su transformación en la fuente doctrinal del socialismo realmente existente de muchos marxistas. Volver a Marx no solo es indispensable para comprender la lógica del capitalismo. También ofrece un examen riguroso de por qué fallaron los experimentos previos para reemplazar el capitalismo por otros modos de producción. Las crisis económicas, la desigualdad y los dramáticos problemas ambientales han instado a reabrir el debate sobre el futuro y la necesidad de una alternativa. Muchos de los que lean hoy sus libros, una vez más o por primera vez, observarán que su análisis es más actual que nunca.
Marcello
Musto