Este libro de Marcello Musto trata sobre los últimos dos años de vida de Karl Marx, de 1881 a 1883.
En esta obra, Musto escribe sobre los temas que investigaba Marx y cómo se entrelazaban con su vida política y vida personal. Lo que consiste en una revalorización de la última etapa de su vida. El libro está dividido en 5 capítulos y un epílogo, con un lenguaje sencillo y de fácil comprensión.
El primero trata sobre las investigaciones que realizaba en torno a la antropología y las matemáticas. Una muestra de los grandes intereses de Marx por investigar diversas cuestiones, que pasaban por el rol de la familia, la mujer, el racismo, el colonialismo, hasta el cálculo diferencial. Las investigaciones de corte antropológico (Los apuntes etnológicos) tenían el fin de profundizar la crítica de la economía política, mientras que su estudio de las matemáticas (Los manuscritos matemáticos) pareciese que era más de curiosidad intelectual y corte lúdico – pues sostenía que estos le permitían conservar la “tranquilidad de su mente”.
El segundo capítulo trata sobre sus estudios del desarrollo capitalista en Rusia y la posibilidad de que las comunas agrícolas pudieran ser la base para el comunismo, resultado de una consulta de la escritora rusa Vera Zasulich. Negando el determinismo económico de que el caso inglés era aplicable a toda nación o pueblo. Dejando por lo tanto abierta la posibilidad de que en Rusia se generase una revolución de corte comunista.
En el capítulo tres, trata más sobre su vida personal y la difusión de su obra. Las discusiones sobre El Capital comienzan en Europa, pero aún tienen que competir con otros autores populares en su momento y con las mal interpretaciones de su obras (además de la cesura de la época). Al mismo tiempo, él y su familia padecen problemas de salud, en especial su esposa que fallecería en 1881.
En el último capítulo, trata sobre los últimos viajes que realizó debido a una bronquitis, para lo cual los doctores le recomendaron viajar a climas más calurosos, incluyendo el viaje a Argelia en 1882. Estos viajes no ayudaron en su recuperación, incluso podrían haberlo perjudicado porque las condiciones temporales no fueron favorecedoras (y la medicina del momento no atacaba de raíz el problema de su enfermedad). Posteriormente a la muerte de su hija de cáncer, el estado de su salud se agravaría y Marx fallecería en marzo de 1883, dejando muchas discusiones y trabajos inconclusos.
Sin duda retrata la parte humana de Marx, el amor a su familia, su compromiso con la investigación y la lucha obrera. Karl Marx dejaría una obra de análisis de capitalismo sin paragón y un mensaje de organización de los trabajadores para poner fin a su explotación.
Marcello
Musto