De unos años a la fecha ha recuperado la atención de los estudiosos internacionales un autor casi olvidado: Karl Marx. Su pensamiento, tan fuera de moda aparentemente, como irrenunciable todavía para la comprensión del presente, ha retornado a los campos libres del saber. Su obra liberada de la odiosa función de instrumentum regni a la que había sido constreñida instrumentalmente, se ha convertido en objeto de renovado interés.
El ejemplo más significativo lo constituyen las publicaciones de la Marx-Engels–Gesamtausgabe (MEGA 2) reiniciadas en 1998 después de la interrupción que siguió al colapso de los países socialistas, la intensa fase de organización de las directivas editoriales (Richard Sperel, Edition auf hohem Nibeau. Zu den Grundsätzen der Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA), pp. 215, E 12, 90, Argument, Hamburg 2004) y el cambio de su dirección hacia la Berlin-Brandenburgische Akademie der Wissenschaften. De los 114 volúmenes previstos, de los cuales cada uno consta de dos tomos, con el texto y su aparato crítico, acaba de aparecer, recientemente, la entrega del volumen no. 50, el décimo de la reiniciada empresa.
Muchas de las adquisiciones filológicas presentes en la nueva edición histórico-crítica evidencian una característica peculiar de la obra de Marx: lo inacabado. En efecto, él dejó muchos manuscritos incompletos de los que tenía sin entregar a la imprenta, mismo que acontece también con El Capital, cuya completa publicación, que incluye todos los trabajos preparatorios a partir de 1857, se realizará finalmente en la segunda sección de la MEGA 2 por el 2007.
Fue Engels, después de la muerte de Marx, el primero en dedicarse a la dificilísima tarea, dada la dispersión de los materiales, lo oscuro del lenguaje y lo ilegible de la escritura, de entregar a la imprenta el Nachlass fragmentario del amigo. La aparición del tercer libro de El Capital (MEGA 2 , II/15. Karl Marx, Das Capital. Kritik der Politishen Ökonomie. Dritter Ban. Hamburg 1894, pp. 1420, E 178, Academie Verlag, Berlin 2004), el único al que Marx no logró ni siquiera de manera aproximativa darle una forma definitiva, replantea también esta problemática. La intensa actividad de redacción realizada por Engels, a la que le dedicó sus mejores energías durante el largo periodo del tiempo comprendido entre 1885 y 1894, produjo la transformación de un texto bastante profesional, compuesto de “pensamientos escritos in statu nascendi” y apuntes preliminares, a otro unitario que originó la figura de una teoría económica sistemática y completa, previsoria de muchas interpretaciones mal entendidas. De mayor consideración al respecto, lo es el volumen precedente (MEGA 2 , II/14. Karl Marx – Friedrich Engels, Manuskripte und redaktionelle Texte zum dritten Bush des,, Kapitals’’, 1871 bis 1895, pp. 1183, E 168 Akademie Verlag, Berlin 2003).
El que en efecto, contiene los últimos seis manuscritos de Marx correspondientes al tercer libro de El Capital escritos entre 1871 y 1882, de los cuales el más importante es el voluminoso Mehwertrate und Profitrate mathematisch behandelt de 1875, así como los textos añadido por Engels durante su trabajo como curador. Precisamente éstos últimos muestran, con inequívoca exactitud, el camino recorrido hasta la versión publicada y, resaltando la cantidad de las intervenciones sobre el texto, muy superiores a las hasta ahora aceptadas, permiten finalmente formular una valoración cierta sobre su rol de editor, resaltando el valor y los límites. A reserva de una posterior confirmación del mérito de éste libro, se subraya que 45 de los 51 textos presentados se publican por primera vez.
La investigación filológica de MEGA 2 produjo resultados importantes también en la sección primera, que comprende las obras, los artículos y los esbozos de Marx y Engels. De los dos últimos volúmenes publicados, el primero (MEGA 2 , I/14. Karl Marx- Friedrich Engels, Werke, Artikel, Entwürfe. Januar bis Dezember 1855, pp. 1695, E 188, Akademie Verlag, Berlin 2001) incluye 200 artículos y esbozos, redactados por los autores para el «New-York Tribune» y la «Neue Oder-Zeitung» de Breslau en 1855. Junto al total de los escritos más sobresalientes, inherentes a la política y a la diplomacia europea, las reflexiones sobre la coyuntura económica internacional y la guerra de Crimea, los estudios realizados hicieron posible añadir otros 21 textos, que anteriormente no se les había atribuido ya que fueron publicados anónimamente en el importante diario americano. A su vez el segundo (MEGA 2 , I/31. Friedrich Engels, Werke, Artikel, Entwürfe. Oktober, 1886 bis Februar 1891, pp. 1440, E 168, Akademie Verlag, Berlin 2002) presenta parte de los trabajos del último Engels.
En el volumen se alternan proyectos y apuntes entre los que se encuentra el manuscrito Rolle der Gewalt in der Geschichte, liberado de las intervenciones de Bernstein quien cuidó la primera edición; dedicados a las organizaciones del movimiento obrero; prólogos a la reimpresión de escritos anteriormente publicados y artículos. Entre estos últimos tienen un especial interés Die auswärtige Politk des russischen Zarentums, historia sobre dos siglos de la política exterior rusa publicada en «Die Neue Zeit», prohibida posteriormente por Stalin en 1934, y Juristen-Socialismus, escrito junto con Kautsky, a quien se le reconoce, por primera vez con certeza, la paternidad de cada una de las partes.
Las novedades de la edición histórico-crítica se pueden también constatar en la tercera sección, la dedicada a la correspondencia. El tema principal del reciente volumen (MEGA 2, III/13. Karl Marx-Friedrich Engels, Briefwechsel Oktober 1864 bis Dezember 1865 pp. 1443, E 168, Akademie Verlag, Berlin 2002), lo constituye la actividad política de Marx en el seno de la International Working Men’s Association, que se había establecido en Londres el 28 de septiembre de 1864. Las cartas documentan lo realizado por Marx en el periodo inicial de la vida de la organización, y durante el cual obtuvo rápidamente el puesto de mayor prestigio, y pudo realizar su deseo de conjuntar a la vez la aceptación del público, que lo veía nuevamente, después de 16 años, en primera línea, con el trabajo científico.
Entre los temas que se debatieron: la función de las organizaciones sindicales, cuya importancia resaltó a la vez que puntualizaba contra Lassalle y su propuesta de establecer corporativas financiadas por el Estado Prusiano que: “la clase obrera es revolucionaria, o no es nada”; la polémica contra el owenista Weston, que apareció en el ciclo de conferencias reunidas posteriormente en 1896 con el nombre de Salario, Precio y Ganancia; las consideraciones sobre la guerra civil en los Estados Unidos; el opúsculo de Engels La Cuestión Militar Prusiana y el Partido Obrero Alemán.
El otro volumen sobre la correspondencia recientemente editado (MEGA 2, III/9. Karl Marx- Friedrich Engels, Briefwechsel Januar 1858 bis August 1859, pp. 1301, E 168, Akademie Verlag, Berlin 2003) tiene como fondo la recesión económica de 1857. Esta revive en Marx la esperanza de una revitalización del movimiento revolucionario después del reflujo iniciado con la derrota de 1848: “la crisis ha ahondado como un hábil viejo topo”. Esta expectativa le impregna una renovada productividad intelectual y lo impulsa a delinear las orientaciones fundamentales de su teoría económica “antes del déluge”, tan esperado, y hasta ahora no realizado. Precisamente en este periodo, escribe Marx los últimos cuadernos de sus Grundrisse – observatorio privilegiado para seguir el desarrollo de la concepción del autor – y decide publicar su obra en fascículos, el primero de los cuales, editado en julio de 1859, lo intituló Para la crítica de la economía política. En el plano personal esta fase se caracteriza por la “lacerante miseria”: “no creo que algún otro haya escrito sobre el dinero con tanta carencia del mismo”.
Marx lucha desesperadamente para que la precariedad de su propia condición no impida llevar a buen término su “Economía” y declara: “Yo debo lograra toda costa mi intento sin permitir a la sociedad burguesa transformarme en una money-making maching”. Sin embargo, aunque se dedicó totalmente a la redacción del segundo fascículo, éste jamás aparecerá, y para la conclusión del primer libro de El Capital, el único terminado, será necesario esperar hasta 1867. La parte restante de su inmenso proyecto, contrariamente al carácter sistemático con el que se le ha constantemente caracterizado, será realizada de manera parcial y permanecerá extraordinariamente llena de manuscritos abandonados, esbozos provisorios y proyectos inconclusos.
Fiel compañero y destino de la obra de Marx, lo inacabado persiste también en sus obras juveniles. El primer número de la nueva serie sobre Marx-Engels-Jahrbuch (Karl Marx, Friedrich Engels, Joseph Weydemeyer, Die deutsche Ideologie, pp. 400, E 59, 80, Akademie Verlag, Berlín 2004) dedicado en su totalidad a la Ideología Alemana, es una prueba irrefutable. Este libro, anticipo del volumen I/5 de la MEGA 2, cuya aparición se prevé para el 2008 ofrecerá partes del manuscrito correctamente atribuido a Moses Heb, a diferencia de las ediciones realizadas hasta ahora, publica las cartas de Marx y Engels tal como las dejaron, es decir, sin ningún intento de reconstrucción.
Las partes incluidas en el anuario correspondiente en los capítulos I. Feuerbach y II. Sankt Bruno. Los siete manuscritos sobrevivientes a la “crítica roedora de los ratones” han sido reunidos como textos independientes y ordenados cronológicamente. En esta edición se manifiesta, con claridad, el carácter no unitario del escrito y, en particular, que el capítulo sobre Feuerbach está completamente inconcluso. Se aportan, por consiguiente nuevas y definitivas bases a la investigación científica para reconsiderar con atención la elaboración teórica de Marx. La ideología alemana, considerada muchas veces como la exposición exhaustiva de la concepción materialista de Marx, es restituida a su originalidad fragmentaria.
Insistiendo sobre el joven Marx, se menciona la reedición de la colección de las obras juveniles cuidada por los estudiosos socialdemócratas Landshut y Meyer (Karl Marx, Die Frühschriften, pp. 670, E 19,80, Kroner, Stuttgart 2004) que en 1932, contemporáneamente a la primera Marx-Engels Gesamtausgabe, hicieron posible la difusión, aunque con diversos errores sobre los contenidos y la sistematización de varias partes de los textos y con una deficiente interpretación sobre los originales, de los Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844 y de La Ideología Alemana, hasta entonces inéditos.
Después de tantos momentos marcados por una profunda y reiterada incomprensión de Marx, comprobada por la sistematización de su teoría crítica, por el empobrecimiento que ha acompañado su difusión, por la manipulación y la censura de sus escritos y su utilización instrumental en función de las necesidades políticas, lo inacabado de su obra se manifiesta con una fascinación indiscreta, libre de soluciones de continuidad con las interpretaciones que anteriormente la han desnaturalizado hasta convertirla en una fragante negación.
De esta resurge la riqueza de un pensamiento, problemático y polimorfo, y del largo horizonte sobre el que la Marx Forschung tiene todavía tantos senderos por recorrer.
Traducción: Roberto Hernández Oramas